SIERRA NEVADA 2013
Tercer día. Lunes 8 de Julio. Laroles-Granada
El día prometía ser duro, así que ni corto ni perezoso, pasadas las 6 y media de la mañana, me dispuse a levantar el camping, pues si queríamos lograr nuestro objetivo, con la claras del día ya teníamos que estar dándole a las bielas.
Con un cazo y una sartén que por allí había improvisé un despertador de estos que no puedes parar, “manque” me arrriaran un alpargatazo ja ja
Eran las 7 cuando ya habíamos picado algo de desayuno en el propio bungalow y empezábamos el primer reto del día. Subida por carretera desde Laroles hasta el Puerto de La Ragua. Unos 16 kms con un desnivel de aproximadamente 1000 mts. para empezar el día calentando bien las piernecillas.
A un ritmo de poco a más, tardamos casi dos horas en llegar al puerto, donde enfilamos un carril entre pinos que nos llevaría a un alto, donde comenzaría una bajada por cortafuegos de desnivel considerable.
Hoy no podríamos parar tantas veces para hacer fotos, pues disponíamos de trece horas de luz para llegar a Granada. Así que arriando al personal en cada parada no perdimos demasiado tiempo.
Casi no hacemos paradas en todo el camino, que va subiendo y bajando salvando un barranco tras otro. Alguna parada en el mirador del peñón de Lanteira, y llegamos al comienzo del sendero que nos llevará bajando a Jeres.
El sendero tiene buena pinta, aunque no es demasiado largo, comparado con otros que hemos pillado en días anteriores.
Una vez en Jeres y después de comprar algo de comida, nos ponemos a comer para luego iniciar la partida. Pero es en este punto donde algunos compañeros se plantean el llegar a Granada en autobús.
Es la una de la tarde, y ya llevamos hoy 54 kms con un desnivel acumulado de 1460 mts. Pero esa no es la preocupación de los compañeros, sino los casi 80 kms y más de 1200 mts que aún nos queda, contando que en los dos días anteriores llevamos ya 169 kms. y un desnivel acumulado de algo más de 4800 mts.
Es comprensible el que alguno diga que ya ha cumplido, y con creces, con las expectativas. Ya lo que tocaba era llegar prontito al camping y darse un buen chapuzón en la piscina, acompañado de una buena cervecita. Descansar, en una sola palabra.
Así que la mitad del grupo se quedaba en Jeres a la espera del autobús para Granada, que pasaba a eso de las cuatro, y otros tres decidimos tirar para adelante a intentar acabar la ruta completa.
Nuestro próximo destino era Lugros. Salimos de Jeres casi a las dos de la tarde por un carril que parecía el lecho de un río, con piedras sueltas, hasta llegar a una zona más abierta, donde comenzamos una subida que nos llevará hasta una balsa de agua, circundada por un carril en muy buenas condiciones.
Una vez pasamos la balsa, nos dirigimos por las cercanías de una cantera hacia Lugros, por una carreterilla asfaltada a tramos.
La subida a Lugros la hacemos a las tres de la tarde, con el sol en la nuca, y una fuerte pendiente, que a esa hora parece una pared.
Cogemos agua en Lugros porque nos va a hacer falta cuando crucemos la zona de montaña que nos esperaba.
Caminos muy bonitos, de los de arrieros, son los que ciclamos en dirección al barranco de Bierma, donde tendremos que cruzar con la bici al hombro, pues el desnivel es brutal.
Una vez salvado este barranco, casi todo son pistas en muy buen estado, que nos llevará hasta el collado del Castillejo, desde donde comenzaremos una bajada por pista hasta enganchar con la carretera que une La Peza con Quéntar.
Una vez allí bajamos por carretera hasta Aguas Blancas, donde en el barranco del Polvorista existe el área recreativa de Aguas Blancas. La gente está allí disfrutando de la sombra y el fresquito que hay en la zona, pero a nosotros todavía nos quedaba una buena tiradilla.
Pasado el área recreativa empezamos una subida de casi 6 kms por una zona de terreno blando que chupa la rueda como si de barro se tratara, pero es polvillo blanco. No me gusta mucho el terreno, pero es lo que hay hasta que llegamos a una zona boscosa con pinos, donde el sol nos da un respiro.
Aquí en el alto paramos para reponer fuerzas unos 20 min. y vuelta a las bielas, para bajar hacia la carretera de Beas. No antes sin equivocarnos al llegar al enlace de la cañada real de Huétor, que tiramos unos 200 m. para abajo y los tuvimos que subir a pata.
Pillamos ya bien el camino, que era bastante técnico con pedrolos como melones, y en un santiamén llegamos a la carretera que sube de Qúentar a Beas.
Ahora lo que nos tocaba era un sube y baja que por momentos parecía no acabar. No dejamos loma sin coronar. Casi toda discurría por la verea del barranco del abogado, hasta que llegamos a los Llanos de la Perdíz, que a esa hora, las 20:30, estaba llena de gente con bicicletas dando una vueltecilla, o entrenando.
Desde aquí bajadón hacia un sendero que discurre por una de las paredes del barranco del río Darro, con una preciosa vista de Granada allí abajo.
El sendero es de los de no quitar la vista para nada, pues como se te fuera un poco la bici, te recogían en el mismísimo río Darro je je.
Y por fín, Granada, bajada desde La Alhambra por la cuesta de los Gomérez y fotito en la puerta de las Granadas a las 9 y media de la tarde.
De aquí ya callejeando hasta el camping, donde nos encontramos a los compañeros ya fresquitos en la puerta, donde nos vitorearon y nos dieron la enhorabuena, aunque ya sabemos de sobra que la ruta la hemos acabado de principio a fin TODOS, los seis, pues no era un reto fácil.
Solo me queda agradecer a todos mis compañeros de ruta el que me acompañen a estas “locuras” donde disfrutamos de la naturaleza en todo su esplendor, aunque a veces nos planteemos “que coñ.... hago yo aquí a las 4 de la tarde con un sol de justicia, con lo bien que estaría en la playa...” ja ja
Pero es que si no fuese por estas aventuras, ¿qué le íbamos a contar a nuestros hijos y nietos en un futuro??? Ahora que podemos, hay que aprovechar.
TEMPUS FUGIT, CARPE DIEM!!! SORBOLINOOOOOOOO!!!!!
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